Soy Sonia Clasen. Nací en Barcelona y durante años me dediqué al mundo del diseño textil, para complementarlo con el diseño de interiores, de muebles y la pintura, que me apasionan.

Hace dos años dejé Barcelona en busca de un entorno más amable, más sereno y me instalé en Atalbeitar, un pequeño pueblo de La Alpujarra granadina. Y encontré el lugar perfecto, rodeada de naturaleza, de silencio y de una arquitectura muy propia que conserva la esencia de sus primeros moradores, los moriscos y bereberes. Una arquitectura que refleja una sabiduría ancestral, que combina estética, eficiencia y un profundo respeto por el entorno natural. Me apasionan los tejados planos hechos con launa, las chimeneas acabadas con un par de piedras en el sombrero, las paredes y las rocas encaladas y los tinaos, que fueron amor a primera vista.

Mi primer trabajo en este nuevo entorno, fue la casa en la que vivo y disfruté mucho del proceso, porque las casas alpujarreñas son muy suyas y quieren ese delicado equilibrio entre respetar su esencia y transformarlas en un lugar armonioso que invite a quedarse, a vivirlo, conservando el sabor de las raíces sin renunciar a la funcionalidad.

La reforma fue un desafío apasionante; aquí, los pocos albañiles, electricistas y fontaneros trabajan con una sabiduría y un ritmo propios, muy distintos a los de la ciudad, donde todo es más inmediato. Aquí, cada uno aporta su conocimiento profundo del lugar, lo que convierte cada paso en una experiencia única. Y comprendí que la clave está en sumergirse en el proceso con una mentalidad abierta, disfrutando de cada etapa y aprovechando la oportunidad para crear algo verdaderamente único, en sintonía con el carácter del entorno.

Y de todo ese viaje nació Tinao interiorismo, mi estudio con vistas a las montañas, desde donde sigo creando belleza para los sentidos.